La aventura de ser maestro.

Después de leer a José M. Esteve en la aventura de ser maestro, me doy cuenta que Yo también me inicie, como él lo menciona, con esa ansiedad en el ámbito docente y también presente esa tensión de no poder corresponder a las preguntas del grupo y demás situaciones, porque tuve la fortuna de integrarme al campo laborar al poco tiempo de egresar de la carrera y tuve que enfrentarme con alumnos que eran mayores que yo. El nerviosismo y la inseguridad eran mi mejor compañía, conforme paso el tiempo adquirí la seguridad necesaria y eso me ha favorecido hasta hoy. En lo particular, no estaba tan fuera de contexto pues conocía sobre estrategias didácticas y técnicas de trabajo en el proceso de enseñanza aprendizaje, pero llevarlo a la practica era totalmente distinto y si me costo mucho trabajo pero lo logre. Definitivamente, esta disciplina se aprende por ensayo y error, y en ese sentido, unos herramos mucho más que otros.

En lo personal no ha sido cosa sencilla elaborar esa identidad propia como docente, tampoco el dominar las técnicas básicas de comunicación pues mi área de formación profesional me lo exige, coincido con el, en cuanto al sentido humanista., ya que se esa manera sabes el porque de las actitudes y comportamientos de tus alumnos dentro del salón y la forma de abordar la tarea y la forma de adaptar los contenidos para hacerlos asimilables al alumno. Estoy de acuerdo con el respecto a lo que comenta, que la identidad profesional se alcanza tras consolidar un repertorio pedagógico y tras un periodo de especialización, y como bien se dice por ahí: la práctica hace al maestro, y entiendo que para lograrlo, debo tener en cuenta que es atreves de constancia y perseverancia. Algo muy personal es que yo amo mi quehacer docente y creo que entre más ame mi profesión más cerca estaré de consolidar esa identidad tan ansiada y este curso para mí, será de gran ayuda para lograrlo.

Al inicio siempre me preguntaba como lograr que mis alumnos se interesaran por la adquisición de conocimientos. Con el paso del tiempo me di cuenta que era cuestión de organizar y planear la forma de trabajo en clase, la cual procuro que sea integradora que promuevan en primera instancia la interacción e intercambio de conocimientos, de manera que se logren aprendizajes significativos, la experiencia te dice como actuar ante cada grupo, ante cada persona. Tengo 15 años en la docencia y siento que nunca se deja de aprender.

También coincido con José M. Esteve en lo referente a las dos herramientas del docente presentes en el saber usar el razonamiento y el diálogo, las cuales cuando son utilizadas adecuadamente, son excelentes armas para confrontar situaciones de conflicto que se dan en las aulas, a lo que puedo agregar que estoy de que los alumnos no son enemigos de quienes nos tenemos que defender, sino como docente de humanidad; la razón por la cual se debe dar todo.